viernes, enero 06, 2012

LO QUE NOS MARCÓ PARA SIEMPRE


Ayer vimos la película del 40 aniversario de Ultraman. Los que no tuvieron oportunidad de crecer con esta serie, les recomiendo que la vean, y vean sus películas, comprenderán el legado que en ¡Ka-Boom! llevamos: los valores que ahora se ausentan en las nuevas generaciones.

En esta película manejan como línea de la trama, el abandono de los sueños en las personas, la decepción que se manifiesta con el escepticismo, el dolor, la negación y el odio como respuesta a la impotencia de poder enfrentarse a sí mismo, a sus propios miedos y limitaciones.



En esta saga, un niño soñaba ser de grande parte de la Patrulla Científica, admiraba y creía en la Hermandad Ultra, pero pierde todo respeto por ellos, la confianza y el cariño al sentirse impotente por no poder hacer nada parar salvar a su perrito cuando un monstruo se aparece ante él y su mascota. Tiempo después presentan que el perrito se salva pero el niño vive molesto y esquivo cuando ve a algún miembro de esta corporación, y decide dejar sus sueños.

Este tipo de reacciones me parecen conocidas...

En el transcurso de la historia, Mirai, quien se transforma en Ultra Mebius, joven que demuestra gran respeto por las leyendas vivientes como Ultraman y los demás hermanos instalados en la Tierra; tiene una plática con ellos, pues decide también defender a la Tierra pero se encuentra con el problema del niño decepcionado. Ellos comentan que son Ultramanes pero no son Dioses y que desgraciadamente, siempre habrá un corazón a quien no podrán ayudar, pero que no debe darse por vencido, que lo importante es no rendirse: "No importa lo desesperada que sea la situación, lo posible se vuelve posible si tú comienzas a creer. La fuerza de creer se convierte en valor".


Al final el niño supera su trauma y recupera su confianza y sus sueños; el volver a creer en él mismo le devuelve el valor perdido, pues en una segunda ocasión se enfrenta a la misma situación pero ahora su fuerza de creer se convierte en valor (como dice la Hermandad Ultra) y salva a su perrito.
Desgraciadamente gran parte de la gente está viviendo vacía, se ha olvidado de sus sueños, ya no cree en sí misma, vive desubicada y en la comodidad de la mediocridad por miedos y egos. Se van por lo fácil y práctico viciando lo que tocan.

Al volver a ver a estos personajes que marcaron mi infancia y la de toda una generación, vivo agradecida porque alimentó mi espíritu de valores, sueños y esperanza.
Así, de la misma manera sucedió con Karmatrón.

Sé que nada está perdido sino dormido, y que está en cada uno de nosotros regresar al camino que alguna vez nos trazamos, el camino de nuestros sueños... al camino con corazón.


3 comentarios:

Miguel Angel Osorio Martínez "Garhoul" dijo...

Tanto ésta película como la que le sigue han hehco quem e vuelva fan de Ultraman :D

Miguel Angel Osorio Martínez "Garhoul" dijo...

Y de la misma manera esto ayuda a seguir creyendo en uno mismo :)

Gracias Su

Susy Romero dijo...

Así, Mike.
La esencia prevalece y está ahí para aquel que la quiera tomar. ;)

Abrazos.