martes, agosto 29, 2006

O TODOS COLUDOS, O TODOS RABONES


Como la familia K! sigue creciendo, tenemos que comprar a lo bestia de todo: comida, ropa, enlatados, etc., ya hasta necesitamos una cocina industrial porque no nos damos abasto.


Hoy simplemente tuve que cocinar tres refractarios de papas, con queso, rajas de chile poblano y crema para que todos comieran tan sólo como guarnición. Deberían ver las bistecisas que hacemos en el jardín de la casa...


...pero lo más importante de todo, es que no cambiaría por nada los momentos tan importantes como estos en donde la convivencia une más a la familia, mi familia, los Kaboones.
Así también, como ha habido abundacia, ha habido austeridad, como aquel día en que regresábamos de una larga travesía por el mar de la ciudad, (han de saber que nuestras travesías empiezan a las 10:00 hrs. y terminan a veces a las 23:00 o 24:00 hrs.) acalorados, cansados, tensos por el tráfico y muy hambrientos, pero lo que nos salva son las constantes burlas y bromas que hacemos de nosotros mismos.


En una de esas bromas Hoacho comentó: "sólo falta que lleguemos al Estudio y no haya nada de comer, sólo pan duro y café negro", y todos reímos como colmo de nuestras desgracias. Al llegar a la casa, abrimos el refrigerador: vacío; abrimos la alacena: tan sólo dos panes duros que luchaban por sobrevivir a los hongos, y té sin azúcar. Todos reímos y partimos el pan para compartirlo. Comprendimos que es en estos momentos que un pan duro compartido y un té sin azúcar es lo más delicioso que se puede saborear...


...y remojado se puede comer mejor. Otras veces hemos abierto el refrigerador encontrándolo vacío haciéndole compañía cada uno de nuestros estómagos; pasa la mañana, nadie se queja, seguimos trabajando... pasa la tarde, nadie se queja, sólo las tripas que resuenan en el eco de la casa, seguimos trabajando... de repente suena el timbre del teléfono: es nuestro amigo Óscar Mendiola (Campeón Mundial de Tae Kwon Do e integrante de la familia K!) “Oigan voy con Wicha (su esposa) a cenar, ¿qué les llevo?”
“Lo que quieras, no hemos desayunado ni comido, para tortas de jamón está bien” ---comentamos.
“¡Qué! ¡Voy pa´allá”



Una que nunca podremos olvidar y que son las que nos mueven a seguir luchando es la noche en que no completábamos para pagar la renta y ya teníamos muchos problemas, así que después de comentarle a Óscar Mendiola, éste y su esposa Maria Luisa, aparecieron de improviso con algo envuelto bajo su brazo el cual dejó caer de manera estrepitosa: era su cochino lleno de monedas de diez pesos, con lo cual pudimos pagar la renta. Aquella noche lloramos y nos regocijamos de ser tan afortunados por tener tan valiosos hermanos.

Otros hermanos que nos han salvado de la inanición son Pedro y Paco, siempre llegan en el momento preciso agasajándonos con algunos frutos de su puesto de verduras y frutas que tienen en el mercado de, El Molino. ¡Qué delicioso es comer o beber el cariño de tus hermanos!
No cabe duda que Karmatrón une a las familias.


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