NAVIDAD, MI CUMPLEAÑOS Y AÑO NUEVO.

Quiero comentarles una pequeña reseña de las fiestas decembrinas.

Extrañamente observamos que no hubo mucha gente por nuestro rumbo, generalmente en Navidad no se puede entrar al centro comercial Plaza Satélite, pero este año, lo vimos con poca afluencia, sí había mucha gente pero tranquilamente se podía pasar en auto, eso fue bueno para nosotros sin tanto tráfico y ruido, pero sí nos extrañó, tal vez salieron más familias de viaje que en años pasados.

Los Kaboones fuimos a conocer La Cúspide, un nuevo centro en donde no sorprendió la construcción terminada, hay gran variedad de negocios en donde podemos encontrar de todo.
Y en estas fechas lo adornaron muy bonito, y atractivo.






En ¡Ka-Boom! la pasamos tranquilos y muy a gusto, algunos de los muchachos fueron con sus familias y regresaron al día siguiente o a los dos días, en verdad que se les extraña, sin ellos los demás nos sentimos incompletos.



Cociné un pavo de ¡11 kilos!, (apenas para los kaboones) y con él estrenamos el horno nuevo que nos compró la arrendataria, ya que el que tenía la casa no funcionaba. Descubrimos que hornea muy bien y felizmente encontré una charola para cocinarlo del tamaño que necesitaba, el pavo se cocinó en 3 1/2 horas, la mitad de tiempo o menos de lo que yo pensaba que duraría al fuego. El pavo estaba tan tierno y delicioso... apenas con algo de media pechuga quedamos satifechos, y eso que comimos dos y tres rondas algunos.
Cuando llegó la hora de la cena, Oscar se sorprendió que tuviéramos en la mesa tanto de comer pensé que era porque en meses anteriores estaba vacía, ¡pero no! era porque creía que sólo había pavo, pero al mismo tiempo preparé una pasta de tallarines tradición familiar de navidad; romeritos y ensalada de manzana tradicional.


Santa K! nos trajo alguno regalos, sólo que "los niños" no se aguantaron y los abrimos un día antes de Navidad. ¡Je!





Este año afortunadamente cerramos con mucha chamba, eso es muy buen indicio, por lo que pusimos el árbolito de Navidad a mediados de diciembre, y por esa falta de tiempo...


... no hubo tiempo de escribir nuestras cartas para ponerlas en el árbol. Como ven, la imaginación, la fantasía que nos envolvió de niños, la seguimos manteniendo en nuestros corazones.





Y hubo un regalo especial por todo el apoyo y cariño que nos ha demostrado Fernando Sosa, alias Reed, como le decimos de cariño. (Lo hicimos llorar, ¡ji, ji!)


Después vino mi cumpleaños, me festejaron un día antes y fue muy agradable, pues fuimos a ver la película Encantada, de Disney, y nos gustó mucho. Estuvo muy divertida.
El siguiente día 27 de diciembre, hice pozole y todos nos dimos un gran atracón, ya en la noche partimos un pastel que me hizo especialmente mi suegra y gelatina; recibí algunos regalos kabuneros.


Llegaba el 31 de diciembre y todavía teníamos bastante comida de las fiestas anteriores: de pronto nuestro hermano, Oscar Mendiola comenta: "Les traje un pavo ahumado"... ¡QUÉ! bueno, lo haremos... en comparación con el otro éste era palomo, y estábamos muy agradecidos con Oscar por el gesto.


Afortunadamente no fue necesario comprar comida en los días que siguieron, ¡para qué! Agradecimos tener lo suficiente para subsistir todo este tiempo, así es todo: días flacos otros abundantes, sin embargo, lo que no flaquea es la unión de nuestra familia...

...la Familia ¡Ka-Boom!