miércoles, noviembre 14, 2007

¡DESPUÉS DE 30 AÑOS, NOS VOLVEMOS A ENCONTRAR!

Estimados amigos, quiero compartir con ustedes algo muy importante para mí.
Durante mi infancia tuve a una gran amiga que fue y es como mi hermana, ella es hija única y recuerdo que cuando llegó con su familia al fraccionamiento, exactamente en la calle de Sigüenza y Góngora, Circuito Historiadores en Cd. Satélite, yo le di la bienvenida y de ahí surgió una amistad que duraría para toda la vida (bueno eso espero, je).
No había un momento que no compartiéramos juntas, mi familia era como la suya y viceversa.
Después ella se fue a vivir a Cancún y no supe más, nuestros caminos tomaron otros rumbos.
Durante mucho tiempo me preguntaba qué sería de ella, de sus papás y de todo eso que yo no concebía que pudiera desaparecer así, nada más. Busqué en internet por su nombre pero sin resultado alguno, sin embargo constantemente me hacía mil preguntas por ella.

Izq. en primer plano: Doris

Ahora después de 30 años, el pasado 7 de noviembre recibí una llamada que decía ser de una amiga de nombre Doris... ¡NO LO PODÍA CREER! ¡Era ella, mi amiga del alma, el puente entre mi presente y mi infancia! ¡Doris! Consiguió mi teléfono por aras del destino y ahora me hablaba, también me había estado buscando. Le pregunté por otro amigo con quien éramos afines también, y lo acababa de contactar un día anterior, mientras estábamos platicando nuestro amigo Rafael Funes Lovis, le contestaba su mail enviado, ¡waw! ¡Otra sorpresa!
Inmediatamente me pasó sus datos y le escribí no sin antes checar la página de su empresa.
Me sorprendió ver lo que ha logrado y me dio mucho gusto, no lo puedo describir pero todo ese KUNDAKALARI tan fuerte de mi infancia estaba en estos dos grandes amigos.
Doris abrió, apenas hace 5 meses, una lavandería y trabaja en una empresa que provee de chocolates a las empresas o personas para que se capitalicen. Se me hizo muy interesante, sin embargo, y después de muchas vicisitudes en su vida, está luchando por salir adelante.
Visiten esta empresa que tal vez, algún día los pueda sacar de problemas: Continental Best.

Rafael también, por entrevistas que le han hecho, se ve que vivía holgada y tranquilamente, pero un revés le hizo crear su propia empresa (enhorabuena) y ha ganado algunos premios por su gran talento en sistemas, entre ellos: la Gran Orden de Honor Nacional al Mérito Autoral, como el mejor SotWare creado en México, 2003; y el Premio Estatal en Ciencia y Tecnología, 2006.

Rafael en el 1er. Foro de Empresa Competitiva Naucalpan 2006

También se me hizo muy interesante lo que hace: desarrolló un sistema de información empresarial de primer mundo, para ayudar a las pequeñas, medianas y por qué no, grandes empresas para su mejor desarrollo y sacar su potencial hasta en un 2o por ciento en muy corto tiempo. A diferencia de sus competencias extranjeras que lo hacen en meses, su empresa lo logra en horas.
Si lo digo, los mexicanos somos bien duchos, ya que somos tan ingeniosos, pues vamos a utilizar ese ingenio en nuestros compatriotas y rebasar fronteras ¿no?, pero también necesitamos creer en nosotros mismos, en que los mexicanos también la podemos hacer y bien, así que... ¡Vamos a apoyarnos!
La empresa de Rafael es una de las mejores cuatro a nivel internacional y da un servicio personalizado, a diferencia de las extranjeras que te dan el software y ahí te ves, es decir, él desarrolló un software pero lo personaliza haciendo un análisis de la empresa para evaluarla y entonces ir directo al problema para poder hacerla crecer sólidamente.
Es un orgullo que los mexicanos, en diferentes áreas, estén poniendo el nombre de México en alto a nivel internacional.
Los invito a conocer más de esta empresa que puede ser la respuesta a todos aquellos que quieren hacer crecer su negocio: DynaWare.

Aunque he de comentar que me causó un shock el ver a mis amigos, tal vez ellos digan lo mismo de mí, pero fue como... cuando una persona entra en coma a edad temprana y si despierta de ese largo sueño, se ve al espejo y se da cuenta que su imagen ya no corresponde a su actual edad, que ahora esta más maduro en un abrir y cerrar de ojos, pues sí impacta. Eso me pasó con mis amigos porque no les di seguimiento físico, yo me quedé con la imagen de niños, sin embargo los escucho hablar o expresarse por internet, percibo sus espíritus y veo que son los mismos, la misma esencia a pesar de lo que hayan vivido, el kundakalari, esa huella que quedó en cada uno de nosotros y que es lo que nos une.




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