Y no hablo de K! precisamente, sino de La Granja del Tío Pepe. El 5 de Septiembre fuimos a este hermoso lugar que nos dejó impregnados de naturaleza, ternura, vida, alegría y varios sentimientos positivos que sólo te pueden generar un ambiente natural.
Aunque fuimos por cuestiones de trabajo, aprovechamos para conocer el lugar, ya que siempre nos involucramos con aspectos del proyecto a desarrollar, y tuvimos contacto directo con las vacas, chivos, caballos, tortugas, pollos y demás animales que desde pequeños, están acostumbrados a convivir con el público, principalmente los niños.
Es un lugar didáctico para los pequeños quienes pueden sentir y tocar a los animales, darles de comer y practicar algunas actividades como hacer pan en un horno rústico, sembrar y cosechar hortalizas, hacer vasijas de barro, etc.
Pero lo que más nos gustó es la filosofía de los dueños, que es el concientizar al público sobre el respeto y conocimiento de la naturaleza y su relación con todo. El “Tío Pepe”, es veterinario y adora a los animales, tuvo la gran idea de hacer esta granja que lleva de vida 13 años.
Después de darles de comer a los borregos, cabras y vacas, tuve oportunidad de montar a una llegua de nombre Catrina, es muy dócil y muy linda.
También me encantó una chinchilla, este animalito es un roedor de piel muy fina. ¡Es muy hermoso y tierno!
Y por si fuera poco, Hoacho y yo nos subimos a la escalera loca, pero yo tardé más en acomodarme que en caer. Si ven el video, ya llevaba un rato queriendo acomodarme, sólo que Hoacho grabó un corto de esto.
Oscar no quiso subirse pero sí saco muchas fotos y algunos pequeños videos.
Espero que muchos de ustedes puedan disfrutar de este lugar, estoy segura que les va a gustar.
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