
Tal vez sea el aire de nostalgia que se respira en el ambiente pero, todo esto me hace reflexionar en tantas cosas: todo lo que se vive durante el año, lo que se deja atrás, lo nuevo que nos espera y que promete darnos nuevas aspiraciones, experiencias y sueños.
Hemos puesto el árbol de navidad, cada esfera es un sueño por realizar, un espejo de nuestro interior: sin límites, sin esquinas, profundo, hermoso pero frágil, y resistente a la vez.

A nosotros sólo nos queda seguir puliendo nuestras asperezas para poder brillar; mirar siempre dentro de nosotros, y nunca… nunca dejar de soñar.


¡Les deseo a todos Feliz Navidad!
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